Rays of The Harmonist On-Line Edition
śrī śrī guru gaurāṅga jayataḥ!


Edición de vyāsa-pūjā, Kartik 2011
Publicado: Publicado: 29 de abril del 2024


Dedicado a
nitya-līlā praviṣṭa oṁ viṣṇupāda

Śrī Śrīmad Bhakti Prajñāna Keśava Gosvāmī Mahārāja


Inspirado por y bajo la guía de

Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja

Śrī Gaura-kiśora – La deidad de la renunciación perfecta

Fragmentos de la glorificación de Śrīla Gaura-kīśora dāsa Bābājī
Mahārāja en el día de su desaparición

por Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Prabhupāda

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En lo más profundo del jñāna, el vairāgya, etc., y detrás de toda religión, se esconde el deseo de honor y distinción

Mi Śrī guru-pādapadma no es maestro de ninguna de las materias ilusorias de este mundo que solo tienen como objetivo el disfrute. Sin embargo, al mismo tiempo, él es el único genio indiscutible en todas las materias de este mundo. Lamentablemente, por estar destituido y caído, debido a mis propias debilidades, no todas las enseñanzas de mi Guru-pādapadma han entrado en mi corazón.

Pero para poder expresar todas las enseñanzas que, por la misericordia de mi Guru-pādapadma, de alguna manera han entrado a través de los conductos de mis oídos, ojalá posea millones y millones de lenguas, millones y millones de cabezas y millones y millones de años de vida.

Entonces cantaré sobre la compasión y la benevolencia sin igual (amandodaya-dayā) de mi Guru-pādapadma a través de ilimitados universos con millones y millones de lenguas y millones y millones de cabezas durante millones y millones de años. Solo entonces habré realizado verdaderamente guru-pūjā. Solo entonces se sentirá complacido conmigo y me colmará de sus bendiciones perpetuas para poder cantar las glorias de su incomparable compasión con otro millón de lenguas. Ese día, finalmente dejaré de dedicarme a cantos sobre asuntos ilusorios y fugaces. Ese día, me liberaré del cautiverio de todas las enseñanzas terrenales de este mundo.

Rūpānuga Guru

Considerando mis temas mundanos favoritos como muy importantes y valiosos, los acepto profundamente en mi corazón. Por lo tanto, sigo locamente enamorado del mundo inconsciente. Sin embargo, mi Gurudeva me ha instruido repetidamente:

śrī-caitanya-mano-’bhīṣṭa
sthāpita
ṁ yena bhū-tale
svaya
ṁ rūpaḥ kadā mahya
dadāti sva-padāntikam

¿Cuándo un maestro como Śrī Rūpa, que ha propagado y establecido el deseo más profundo del corazón de Śrī Caitanyadeva en todo el mundo, me dará personalmente el refugio de sus propios pies de loto?

¿Cuándo contemplaré la extraordinaria belleza trascendental de Śrī Guru-pādapadma y con determinación me refugiaré en sus hermosos pies? ¿Cuándo me llegará ese día?

¿Cuándo contemplaré la extraordinaria belleza trascendental de Śrī Guru-pādapadma y me refugiaré con determinación en sus hermosos pies? ¿Cuándo llegará ese día para mí?

He escuchado de Śrī Guru-pādapadma que aquellos que adoptan esta mentalidad son rūpānuga y, por lo tanto, muy queridos por Śrī Gaurasundara. Y en cuanto a aquellos que se esfuerzan por convertirse en rūpānuga, el propio Śrī Brahmā no podría terminar de alabar su buena fortuna, aunque se pasara toda la vida intentándolo.

Śrī Guru-pādapadma ha erradicado todas mis dudas y me ha instruido sobre el tema del nāma-bhajana. A través de esto, llegué a saber que uno no debe desobedecer al guru, es decir, que uno no debe desobedecer al śrauta-vāī, el mensaje divino que desciende a través de la sucesión de gurus auténticos. Tampoco se debe considerar al guru-bruva, o los llamados gurus, como dignos de adoración, y por lo tanto faltarle al respeto a śrī guru-pādapadma. Uno debe saber que, sin refugiarse en la Verdad Absoluta no dual, Vrajendra-nandana, no hay ninguna bendición para la entidad viviente.

Renuncia a todo y quédate conmigo

“¡Mi Gurudeva!” Me atrevo a decir “mi Gurudeva”. ¿Se encuentra en mi corazón la cualificación para poder pronunciar estas palabras? ¿Cuán gloriosas son hasta las uñas de los pies de mi Guru, y ¿quién soy yo sino un enano en la plataforma más baja? ¿Cómo puedo ni siquiera servir a Guru-pādapadma? Mientras duermo, me veo privado del servicio a Guru-pādapadma. Durante ese tiempo permanezco profundamente inmerso en una gratificación egoísta, y el resto de mi tiempo lo paso comiendo y vistiéndome. Al estar privado del servicio a Guru-pādapadma me encuentro sin cualificación, caído y débil. Por lo tanto, si él no me hubiera colmado profusamente con su compasión, habría abusado aún más agresivamente de lo que ya lo estaba haciendo, la mismísima naturaleza de su misericordia. Mi Guru-pādapadma es un océano de misericordia, e incluso una sola gota de su misericordia puede ahogarme en un océano de felicidad.

Qué misericordioso era él, que solía decirme: “Erudición, pureza y aristocracia; renuncia a todo esto y ven a quedarte conmigo. No tendrás que ir a ningún otro lado. Todo lo que necesites —una cabaña, una casa, una mansión, un palacio—; toda la erudición y el prestigio que quieras, así como cualquier nivel de autocontrol y renuncia que desees alcanzar, lo obtendrás aquí. Solo ven conmigo. No corras de aquí para allá, impulsado por deseos como: “debería tener una casa bonita, quisiera encontrar un medio apropiado para alcanzar el éxito material y llegar a ser muy erudito”. No aspires a alcanzar lo que la gente corriente valora tanto”.

Yo era un lógico temible

Yo era un lógico temible. Pero, movido por una inmensa compasión, él dejó mi orgullo de lado. Así me mostró su misericordia. Si intentara encontrar el límite de su misericordia, no lo lograría, aunque continuara buscando durante infinitas vidas. De hecho, nadie encontrará jamás su límite. No estoy en absoluto cualificado para presentarme como su sirviente. Aun así, él me ha llenado con la esperanza de que puedo identificarme como su sirviente, y a través de esa esperanza puedo mantenerme siempre vivo.

Solía sentir que me ahogaba en la falta de alegría (nirānanda) y que estaba absorto en muchas actividades temporales. Es evidente que soy débil, por lo que sentía que cuando mi Śrī Gurudeva desapareciera, me desviaría, ya que entonces no podría escuchar sus enseñanzas. Pero hoy, muchas, muchas encarnaciones de Śrī Guru-pādapadma se han presentado misericordiosamente ante mí. [Aquí, Śrīla Prabhupāda se refiere a sus discípulos puros, o sat-śiṣyas, como encarnaciones de su Gurudeva]. Hacen kīrtana delante de mí, leen el Bhāgavatam y me lo explican. Cuando revelan explicaciones siempre nuevas de acuerdo con el corazón de mi Śrī Guru-pādapadma, devuelven la vida a mi cuerpo moribundo. Gracias a esto, recupero la conciencia y alcanzo la buena fortuna de escuchar y hablar hari-kathā las veinticuatro horas del día, todos los días.

La deidad de la renunciación perfecta

La renuncia es algo sobre lo que solo había leído en historias o en libros como Vairāgya-śataka (Cien versos sobre la renuncia), Śānti-śataka (Cien versos sobre la paz) y Moha-mudgara (El martillo que destruye la ilusión). Pero cuando la misericordia del Señor más compasivo, Śrī Kṛṣṇa, y del más compasivo Kārṣa (devoto de Kṛṣṇa) descendieron sobre mí, la personificación de la propia renuncia (vairāgya) de Bhagavān se manifestó ante mí.

Aunque no es posible que tal renuncia habitase en una forma humana, tuve la oportunidad de verla en Śrī Guru-pādapadma. Sin embargo, a pesar de verla de alguna manera he permanecido en la misma oscuridad. Mi cuerpo me pone obstáculos y no puedo servir a Guru-pādapadma las veinticuatro horas del día. La deidad de la renuncia ideal, a quien contemplé personalmente, no era la encarnación de la renuncia que simplemente destruye la ilusión, ni de la renuncia presuntuosa (phalgu-vairāgya). La renuncia que encarnaba estaba repleta del servicio a Kṛṣṇa más elevado, completamente impregnada de mahābhāva.

Que aquel cuya renuncia se extiende no solo a la riqueza y a las mujeres, sino también al prestigio personal, sea objeto de mi adoración. Aspiraba a los pies de loto de tal Śrī Guru, que no aceptaba ni siquiera a un solo discípulo. Aun así, me presenté ante él y le supliqué su misericordia. Él me dijo: “Anteriormente tuve un discípulo, pero ese discípulo me engañó y se marchó, por lo que he decidido no tener más discípulos”. Aunque su respuesta me entristeció, hice un voto firme: “Veré cuántas veces me rechaza, pero sin su misericordia no me aventuraré en el mundo”.

Él pulverizó mi orgullo

Cuando me presenté ante ese mismo Guru-pādapadma, pude comprender, gracias a su misericordia, que lo que yo consideraba el ideal supremo y la mejor forma de vida era para él lo más bajo de todo. Aunque mi ideal era extraordinario en comparación con los ideales de la gente de este mundo, mi Śrī Guru-pādapadma me mostró una concepción que era verdadera y absolutamente trascendente. Antes de esta revelación, había estudiado muchos libros de impersonalistas que exponían la idea de “neti neti” [La frase “na iti, na iti”, o “eso no es, eso no es”, es la respuesta a la pregunta “¿Es esto brahma? En otras palabras, si alguien busca el Espíritu Absoluto a través de la investigación empírica, inevitablemente se dedicará a negar todos los objetos y designaciones perceptibles, considerándolos no absolutos]. Ahora había encontrado un ejemplo real de ello. Śrī Guru-pādapadma me dijo: “El ideal que ahora buscas no es tu verdadero ideal”.

Solía pensar que la capacidad de renuncia de mi Guru-pādapadma era insuperable, pero que su erudición era algo deficiente. Él pulverizó mi orgullo por mis conocimientos librescos con el mazo de su misericordia y me hizo comprender que mi ideal supremo era, en realidad, el más despreciable. Cuando sus palabras llegaron a mis oídos, cuando recibí su misericordia, mi pequeño cerebro no tuvo la fuerza para retener ese conocimiento divino. Él le dio la oportunidad a un tonto y sabelotodo como yo de escuchar un asunto tan profundo.

Mi Guru-pādapadma nunca se involucró en ningún asunto de este mundo, pero intentó otorgar su misericordia a una persona no cualificada como yo. La renuncia de las personalidades más renunciadas del mundo no puede compararse ni siquiera con una pequeña fracción de la centésima parte de su renuncia. La renuncia de Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī Prabhu se manifestó plenamente en mi Prabhu. Si se publicara en el mundo el relato de su vida, si mi guru-varga [Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Prabhupāda se refiere aquí a sus discípulos como su guru-varga] publicara un relato de su vida trascendental en un lenguaje sencillo y lo difundiera por todas partes, entonces el mundo entero se beneficiaría enormemente. Mi Guru-pādapadma no solo dijo que uno debe renunciar a la riqueza y a las mujeres, sino que también enseñó que incluso el impulso de presentarse uno mismo como un gran santo debe ser renunciado. Él era un bhagavata paramahaṁsa.

Abre tus ojos

La gente dice que hoy es el día de la desaparición de mi Guru-pādapadma. Sin embargo, yo considero que hoy es el día de su aparición, y que puedo adorarlo por toda la eternidad glorificándolo con un millón de bocas y con millones de otros sentidos.

Impulsado por la compasión, mi Śrī Guru-pādapadma ha aparecido en este mundo para otorgarme, mediante el colirio del conocimiento, la realización divina de que soy el sirviente de Nanda-nandana. Debido a mi ignorancia, había llegado a creer que disfrutar de los objetos de los sentidos era mi deber y mi propósito en la vida. De este modo, había perdido completamente de vista mi verdadera obligación. Pero mi Śrī guru-pādapadma ha aparecido en este mundo para disipar la oscuridad de mi ignorancia.

Incapaz de ver ese objeto supremo, que es imposible de ver con estos ojos —ojos que simplemente obstruyen lo que estoy llamado a contemplar eternamente—, e incapaz de ver ese objeto supremo, que es lo único que merece la pena ver, todo lo que puedo ver es el velo sensual que cubre mis ojos. Así, todo lo que veo es la gratificación de los sentidos dentro de este mundo transitorio.

Sin embargo, Śrī Guru-pādapadma retira el velo de mis ojos y me concede la verdadera visión mediante el conocimiento divino. Él retira el velo que cubre mis ojos, separa ligeramente mis párpados y me instruye: “Abre los ojos y mira”. Durante mucho tiempo pensé que podía ver con los ojos cerrados.

Así que renuncio a mi orgullo y ofrezco namaskāra a Śrī Guru-pādapadma. Este es, en efecto, el ingrediente (arghya) de mi adoración. El acto de renunciar a la concepción arrogante de que yo soy el que ve y disfruta se llama “namaskāra”. Cuando alimentaba la idea errónea de que yo era el hacedor, Śrī Guru-pādapadma me abrió los ojos y desestimó mis nociones de la realidad, que estaban mal concebidas. Impulsado por algún otro conocimiento, seguía a los ciegos. Guru-pādapadma me hizo comprender que no debo seguir a los ciegos, que debo seguir a Śrī Guru-pādapadma que posee la visión divina y que adorar a Śrī Guru-pādapadma es mi deber.

El servicio a Śrī Guru-pādapadma es la verdadera actividad de mi ser

Por la gracia de Guru-pādapadma, he desarrollado la convicción de que el servicio a él es mi único deber y, de hecho, la actividad real de mi ser. Y después de tener darśana de Guru-pādapadma, la convicción de que es necesario hacer algo más que servirle se disipó por completo. Solo para rescatarme de las garras de la arrogancia, el amado sirviente de Bhagavān, Su más querido compañero, saturado de compasión me reveló el servicio eterno a Nanda-nandana. Solo entonces pude comprender que, en relación con la verdadera identidad de la entidad viviente no hay deber, ni origen de buenos augurios, más que satisfacer los sentidos de Nanda-nandana. El hijo de Nanda es el único objeto de la práctica espiritual de la entidad viviente y alcanzarlo es la única meta; y Śrī Guru-pādapadma es el ser muy querido de Nanda-nandana.

El servicio a ese Guru-pādapadma no puede ser realizado por personas ineptas como yo; ni con el cuerpo, ni con la mente, ni con palabras, ni con ningún otro tipo de instrumento. Sin embargo, Śrī Guru-pādapadma me inyecta potencia y me mira con ojos amorosos. Quizás, si puedo obtener su gracia, por su misericordia sin causa y sincera pueda alcanzar la cualificación para servirle.

No estoy hablando en teoría. El día en que Śrī Guru-pādapadma colocó sus pies de loto, que son inalcanzables incluso para los semidioses, sobre la cabeza de una persona tan indigna como yo y me bañó en su polvo, fue el día en que pude comprender por primera vez cuál era mi suprema gracia. Un maestro espiritual como Śrī Guru-pādapadma ejerce el poder de prestar servicio al Supremo. Ojalá tenga la capacidad de asimilar esa impresionante misericordia. Desde ese día, ciertamente aspiré a recibir esa incomparable bendición de Śrī Guru-pādapadma.

Śrī Guru-pādapadma es un sirviente exclusivo del Señor. Si no puedo obtener su misericordia, si no puedo obtener el conocimiento divino, entonces ni siquiera podré comprender la gloria de Guru-pādapadma. Śrī Guru-pādapadma es eterno. Que no me vea privado de su compañía ni siquiera por un momento. En un instante, mi vínculo con Guru-pādapadma puede romperse. Por lo tanto, que nunca abandone a Guru-pādapadma ni siquiera por una undécima parte de segundo, seducido por alguna tentación mundana. Que nunca me engañe a mí mismo con respecto a mi conexión con Guru-pādapadma por prestar atención a los consejos inútiles de personas mundanas que le son totalmente adversas.

Śrī Guru-pādapadma puede protegerme de todos estos peligros ilusorios, por lo que, al comienzo de cada año, de cada mes, de cada día y a cada momento, es mi deber adorar a Śrī Guru-pādapadma.

Mi Gurudeva está presente en diversas formas. Si no existiera en tantas formas, ¿quién me protegería? Aquellos a quienes mi Gurudeva tomó como suyos son mis salvadores. Pero en cuanto a aquellos que blasfeman contra mi Guru-pādapadma o cualquiera que dé refugio a quienes blasfeman contra él, que esos desgraciados infames nunca se crucen en mi camino.

A cada instante, él me atrae hacia sus pies de loto para mantenerme allí. En el momento en que me alejo de Guru-pādapadma, en el momento en que olvido a Guru-pādapadma, es cuando verdaderamente me alejo de la Verdad. Si no recuerdo a Guru-pādapadma al comienzo de cada año, mes, día y minuto, seguramente me encontraré con más y más peligros. Desearé ser guru y adoptaré la mentalidad perversa de que los demás deben llamarme guru y adorarme. Así habré sucumbido ante caprichos carentes de sentido (dvitīya-abhiniveśa). Por lo tanto, no debiera ser que hoy he venido a realizar guru-pūjā. Debe ser que en cada momento nos dediquemos a un eterno guru-pūjā.

Traducido del Nikaa-kāla-varti Cāra Rūpānuga Vaiṣava Ācārya -
(Los gloriosos Vaiṣava Rūpānuga Ācāryas de nuestro tiempo)
Compilado, traducido y editado por:
Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja
Originalmente publicado en el semanal Gauīya
Publicado en Rays of The Harmonist 2011, edición Vyāsa-pūjā

Traducción del inglés: Indirā dāsī
Corrección de pruebas: Ānjali dāsī

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